Argentina aprueba una ley para luchar contra el trabajo informal
Un tercio de los
empleados no tiene protección social
La norma quitará
subvenciones a las empresas con trabajadores irregulares
En la Unión Europea, las tasas de paro de Latinoamérica pueden
despertar envidia o sorpresa. En la UE es del 10,5%, con Grecia en el 26,7% y
España en el 25,3%. En Latinoamérica, la media de 2013 fue del 6,5%, con un
solo país, Colombia (11,1%), por encima del 10%. Pero lo que afecta al empleo
en el continente es la informalidad, sin contribuciones patronales a los
sistemas sanitario y de pensiones, sin respeto a las condiciones laborales
mínimas establecidas por ley. A ese flagelo es al que apunta la ley contra el
trabajo en negro que aprobó este miércoles el Congreso de
Argentina, con el voto favorable del kirchnerismo y de la mayoría de la oposición,
que, no obstante, puso en duda su eficacia.
En Argentina, el 33,5% de los empleados no cotiza a la Seguridad Social. En el conjunto de Latinoamérica, el 58% de los
trabajadores de empresas de menos de cinco contratados padece la misma
situación. También ocurre en el 15% de las empresas con más de cinco
trabajadores y con el 65% de las empleadas domésticas. Incluso el 7% de los
empleados del propio Estado carece de aportes a los sistemas de sanidad o de
pensiones.
La nueva ley de Argentina quiere incentivar la
contratación en blanco de los trabajadores de empresas de
hasta 80 empleados mediante la reducción de contribuciones patronales durante
dos años. Las rebajas son mayores para las compañías pequeñas. Además, se
estableció que el Gobierno federal pueda realizar inspecciones laborales en las
provincias, que hasta ahora mantenían esa facultad exclusiva para ellas. En
varias ocasiones, los Gobiernos provinciales se han mostrado poco
proclives a denunciar a empresas cercanas al poder local. Por último, la norma
establece que las compañías que lleven a cabo infracciones laborales no podrán
beneficiarse de los planes de subvenciones del Estado nacional o de créditos de
bancos públicos.
“Los empleados en negro son trabajadores en estado de
suma vulnerabilidad porque tienen remuneraciones inferiores, no tienen obra
social (cobertura médica), no tienen inmediatez en la cobertura de un accidente
o enfermedad profesional. Cuando aprobemos este proyecto, vamos a dar un paso
cualitativamente al futuro”, dijo en el debate de la ley el diputado
kirchnerista Héctor Recalde. La ley fue aprobada en la Cámara de Diputados por
227 votos a favor y tres en contra, de dos trotskistas y un conservador. Otros
cuatro diputados de izquierda se abstuvieron.
“La creación de empleo productivo y formal en el sector
privado no depende de leyes laborales ni disminución de aportes
a la seguridad social, sino que obedece a condiciones macroeconómicas”, dijo la
diputada Margarita Stolbizer, del progresista Frente Amplio Unen. La economía
argentina se estancó en el primer trimestre de 2014. El desempleo aumentó al
7,1%, después del 6,4% del último periodo de 2013, aunque se encuentra por
debajo del 7,9% de los primeros tres meses del año pasado.
Después de la devaluación del peso de enero, la inflación subió al 33%
anual. En febrero y marzo, el peso se estabilizó, pero en abril ha vuelto a
perder valor aunque de manera pausada. “Este proyecto (contra el trabajo
informal) no generará más empleo; será tan sólo una aspirina para un enfermo
con fiebre muy alta", dijo el diputado José Luis Riccardo, también del
Frente Amplio Unen. Distinta fue la opinión del kirchnerista y exsocialista
Jorge Rivas: “Hay empleadores que abusan de su posición dominante. Hay patrones
que tienen trabajadores informales porque son evasores (defraudadores). Para
muchos empresarios, la ganancia del capital vale más que el derecho de los
trabajadores. El proyecto del Ejecutivo es realista, al ofrecer estímulos
económicos para los empleadores y sanciones para quienes no cumplan las leyes
laborales”. El objetivo marcado está claro: reducir el trabajo informal del
33,5% al 28% en 2016.
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